Como ya os avanzamos, la semana pasada María se fue de fin de semana (sin niños) a Budapest y no queríamos dejar pasar la oportunidad de compartir sus recomendaciones (ojo que solo fueron dos días, ¡no esperéis una súper guía!) por si alguien se anima a escaparse a esta ciudad que, aunque a la vista está que necesitaría una gran inversión en remodelación, es digna de visitar.
Si bien el comunismo hizo mucho daño, lo cierto es que Budapest sigue siendo una ciudad majestuosa llena de edificios señoriales preciosos que nos transportan a finales del siglo XIX.
El Danubio es el gran protagonista de la ciudad y la divide en dos: Buda y Pest.
Buda es la histórica capital húngara y ocupa una zona llena de colinas y cuestas, así que además de la visita cultural que evidentemente no hay que perderse, el ejercicio está garantizado!
Por otro lado, Pest es la zona más extensa y poblada, repleta de avenidas enormes, edificios magníficos, cafeterías impresionantes y mucha vida de bares y restaurantes.
María se alojó el Hotel New York Palace, muy bien ubicado en Pest. Dentro está el New York Café, de quien dicen es la cafetería más bonita del mundo y da fe de ello.
En cuanto a visitas obligadas, aquí van las suyas:
-Parlamento de Hungría. El edificio más significativo de Pest, ubicado a la orilla del Danubio. Magnífico legado arquitectónico de finales del siglo XIX.
-Metro. En concreto la Línea 1 (amarilla) es la más bonita de Europa ya que se conserva tal cual era a finales del siglo XIX. De hecho es Patrimonio de la Humanidad. Conecta dos de las plazas más famosas de Budapest, Hosok Tere y Vorosmarty, ambas imprescindibles de ver y situadas en Pest.
-Vorosmarty. Aquí se encuentra otra de las mejores cafeterías de la ciudad: Gerbeaud. Vale la pena entrar un rato y merendar alguno de sus pasteles.
Enfrente empieza Vacy Utca, la principal calle comercial conocida también como Fashion Street.
-Hosok Tere. Ubicada al lado del Danubio por lo que las vistas son una maravilla. Detrás hay un parque impresionante en el que vale la pena perderse un rato.
-Castillo de Buda (evidentemente en Buda). Fue el antiguo Palacio Real, residencia de los reyes de Hungría.
-Bastión de los Pescadores, también en Buda. Un magnífico mirador a la orilla del Danubio desde donde contemplar Pest en todo su esplendor.
Tips gastronómicos:
-Brunch en Deryne. Brutal. Local tipo bistrot, un sitio de moda de toda la vida (se fundó en 1914).
-Hay un callejón llamado Gozsdu Udvar repleto de bares y restaurantes de moda. El mejor es el Spoiler Original, siempre lleno a reventar pero como es tan grande acabas encontrando sitio siempre.
-Los amantes de los dulces tienen que probar sí o sí el Kustoskalacs, una especie de crepe/tortita enrollada rellena de lo que quieras. Un gran descubrimiento!
Transporte:
El paseo en barco por el Danubio es un clásico y mata dos pájaros de un tiro.
Por otro lado, el transporte público es muy barato y lo comunica absolutamente todo.
También está la opción de alquilar patinetes eléctricos para recorrer toda la ciudad (los hay por todas partes). Para ello necesitaréis la app Lime.
Uno de nuestros propósitos para el 2020 era dedicar un poco más de tiempo a la pareja y disfrutar de más momentos “adults only”. Un fin de semana fuera de Barcelona es una buena manera de empezar, son 48 horas a full y volveréis reenamorados, con las pilas cargadas y con muchas ganas de ver a los peques, ¡¡así que todos son beneficios!!