Pies descalzos, sal en la piel, pelos revueltos, siestas al aire libre, juegos sin descanso, horarios locos, ojos rojos de piscina…

Las vacaciones de los niños son para ellos felicidad en estado puro. Cada día es una nueva aventura y verles disfrutar no tiene precio.

Para muchos papás y mamás es el momento del año en el que pueden dedicarse a ellos en cuerpo y alma, relajarse y dejar un poco de lado normas y hábitos que durante el curso son innegociables. Pero ¡ojo!, cuando se trata de piscina y mar, no hay que bajar la guardia NUNCA. Toda precaución es poca y cuatro ojos ven más que dos.

Hoy os queremos hablar de los sistemas de seguridad acuáticos para niños que nosotras conocemos y que nos han ido bien, sin ningún ánimo de dar nada más que nuestra humilde opinión.

Flotador Fred’s Swim Academy

Como primer método nos ha ido realmente bien. Lo hemos utilizado desde los 6 meses hasta casi los 2 años (es posible que a partir del año y medio le empiecen a coger manía). Es cómodo para los niños (mientras están en el agua, para andar por fuera ya no tanto), no hay posibilidad de que se escurran para abajo y van siempre en la posición adecuada controlando todo lo que se cuece a su alrededor. Eso sí, pueden volcar, así que hay que estar al loro en todo momento.

Manguitos tipo discos de espuma

No podemos compararlos con los manguitos hinchables porque no los hemos usado casi nunca (pueden picharse y desprenderse solos, por eso no nos convencen), pero estos la verdad es que nos han gustado mucho. Los hemos utilizado desde los dos años (con los tres discos) hasta los 3 años y pico (progresivamente sacando discos hasta quedarnos con uno). 

Burbujita tipo cinturón

La burbujita de la toda la vida parece que ha pasado a mejor vida y ahora los profesores de natación recomiendan este cinturón con piezas de espuma que se pueden ir sacando a medida que el niño gana confianza en el agua. Apto desde los 3 años más o menos hasta que aprenden a nadar. Otra buena opción para niños más mayores que pasan vergüenza con esta burbujita es el cinturón con burbujita en forma de aleta de tiburón, recomendada hasta los 6 años. ¡No se lo querrán sacar ni fuera del agua!

¡Mira mami, nado solo!

Si después de un curso yendo a natación durante P3 o P4, llega el verano y el niño todavía no nada solo, no os frustréis, ¡es normal! Sólo hay que darle un pequeño empujoncito durante el verano. 

Llegados al punto de que lleven los manguitos o la burbujita con el mínimo de peso, hay que animarles a soltarse. Lo primero es transmitirles seguridad. El adulto tiene que estar siempre a un abrazo de distancia del niño. 

Empezaremos sosteniéndolo con las dos manos, siempre en la parte poco profunda de la piscina para que no cunda el pánico. Poco a poco, con paciencia y mucha práctica, iremos soltando al niño hasta que sea vea seguro sin el contacto del adulto. Si aun así, pasa el verano y no conseguimos que el niño aprenda a nadar solo, no es importante. Lo fundamental es que no tenga miedo y que el momento del baño lo relacione con diversión.

Sea cual sea el nivel de vuestros niños, lo importante es que no pierdan el respeto al agua y sean conscientes del peligro (si el niño es muy temerario esto será imposible, lo sabemos). Pero, aunque lo tengamos todo a favor, no hay que sacarles los ojos de encima bajo ninguna circunstancia. Ningún dispositivo de flotación garantiza la seguridad al 100%, por lo cual es recomendable que cuando los niños se estén bañando haya un adulto dentro de la piscina o mar con ellos en todo momento.